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Geografía

A mitad de camino entre Islandia y Noruega, las Islas Feroe están situadas en el Océano Atlántico, al norte de Escocia. Forjadas por vertiginosos acantilados de basalto, circos glaciares, estrechos fiordos y praderas boreales, su tierra volcánica no tiene nada que envidiar a la de sus vecinos escandinavos. El archipiélago abarca 1.399 km², de los cuales 1.117 km² son de costa y, una gran parte de esa zona, presenta paisajes atípicos. Su clima fundamentalmente oceánico se caracteriza por frecuentes lluvias y una alta humedad, lo que le confiere ese llamativo brillo verde. Sometidas a vientos especialmente fuertes, no podrás refugiarte entre los árboles de estas inclemencias porque no crece ninguno en estas tierras.

Cultura y gastronomía

Si visitas las Islas Feroe, no te sorprendas por su extraña lengua pues, como idioma oficial hablan un dialecto similar al islandés, el feroés. Pero no te preocupes, los habitantes se sienten tan cómodos con las lenguas de sus vecinos del norte, que hablan con fluidez inglés y danés. De religión protestante, concretamente de la evangélica luterana, las iglesias se transforman desde la llegada de la primavera en lugares de celebraciones para acoger los eventos musicales que tienen lugar durante todo el verano. No debes perderte la conmemoración tradicional de San Olaf, el 28 y 29 de julio. El programa incluye desfiles en trajes tradicionales, carreras de botes, canciones populares y cocina local.

En cuanto a la gastronomía, no te olvides del famoso frailecillo ahumado. Este pájaro de carne sabrosa es el plato más típico del archipiélago. También podrás degustar sus populares salchichas de cordero, el paté de hígado con cebolla y de otro plato inusual, la grasa de ballena.

Principales lugares turísticos

Desde lo alto de los escarpados paisajes de sus dieciocho islas, el Archipiélago de las Feroe es, en sí mismo, una invitación a viajar. Cada una de estas islas merece una visita, pero algunas de ellas son esenciales.

Streymoy está considerada la isla principal y la visita comienza en su capital, Tórshavn, y su puerto tradicional, donde te esperan muchos restaurantes. Después de un paseo por el centro histórico de Tinganes, con sus casas de colores y sus atípicos techos de paja, para saber más sobre estas zonas remotas puedes disfrutar de los numerosos museos de la ciudad. Una caminata de 12 km desde Oyrabakka, te permitirá explorar el desierto de la isla. Acantilados, lagos y cascadas te esperan durante todo el recorrido, que termina en la pequeña localidad de Leirvik.

La isla de Vagar también es digna de una escala, aunque unicamente sea para admirar el gigantesco Lago de Sørvágsvatn, el más grande del archipiélago. Un entorno sorprendente en el que esta extensión de agua de 3,4 km² suspendida en la cima del acantilado parece dispuesta a cambiar en cualquier momento de rumbo y volver al mar. En la visita a la localidad de Gasadalur y su encantadora cascada bucólica, no dudes en ir a ver los ponis feroeses que habitan en esta isla.

Por otra parte, la isla de Mykines es conocida como un paraíso para los pájaros, resultando un deleite para los observadores de aves.

¿En qué época del año y con qué compañía puedes viajar a las Islas Feroe?

Aunque los inviernos son suaves, la estación más favorable para viajar a estas islas sigue siendo el verano, de junio a septiembre. La temperatura no supera los 13 grados y la lluvia está todavía presente, ¡así que no olvides llevar jersey y chubasquero!

Navieras como Crystal Cruises y Holland American Line ofrecen cruceros por el mar en Escandinavia con escala en el puerto de Tórshavn. Hurtigruten, especialista en cruceros en el Atlántico Norte, te propone su circuito "Tras las Huellas de los Vikingos" con escalas en Noruega e Islandia, además de una parada de tres días en las Islas Feroe.